sábado, 11 de diciembre de 2021

DE NUEVO ES NAVIDAD, LLEGA EL MESÍAS

 

De nuevo es Navidad, tiempo glorioso,

y un aire celestial impregna al mundo.

Del Salvador se anuncia la llegada.

El sentimiento de amor contagia al orbe.

Llega el Niño de Belén, llega el Mesías,

el Niño de mis tempranas navidades,

el Niño que inspiró mis cartas inocentes,

en pos de la dicha fugaz de los juguetes.

 

La infancia se marchó, todo es efímero,

más no mi adoración al Niño,

que perpetuó el recuerdo

de mis pequeñas manos en oración

elevando a Jesús un dulce ruego.


Igual que ayer, Niño Jesús, mi corazón alegras,

y más que ayer mi corazón consuelas,

porque entre el mundo del niño y de los hombres

hay un abismo de angustias y dolores.

 

Pasaste del pesebre a la cruz en un martirio

que solo el extravío del hombre explica.

Te sacrificaste y el mal siguió campante.

No entendió la humanidad tus enseñanzas,

tu mensaje de paz y amor y de indulgencia.


Y aunque parezca que el mal gobierna al mundo,

que se prefiere lo temporal y no lo eterno,

que lo espiritual es nimio y el oro trascendente,

tu luz nos ilumina eternamente,

y el fervor y la piedad perduran.

 

Bendice señor a los que sufren,

contiene a los que afrentan,

que sea el amor el fruto

que a nadie se le niega:

el sentimiento generoso

que aun al enemigo se le entrega.


Luis María murillo Sarmiento MD