lunes, 21 de enero de 2008

SEGUIRÉ VIVIENDO - PRÓLOGO


Muchos de nosotros estamos casi seguros de no confundir la ficción con la realidad, y sobrevivimos con esta aparente seguridad durante muchos años de nuestra vida. Algunos novelistas se dan el privilegio de mezclarlas sin que nos demos cuenta y, en más de una ocasión, logran hacerlas indistinguibles, con lo que nos muestran verdadera su historia narrada, incluso más verdadera, más penetrante, más sugestiva y vivaz que la que todos llevamos a cuestas.

La historia que aquí se narra tiene la particularidad de ser esta mezcla indistinguible. Posee todas las dimensiones de una realidad sobre la que no puede dejarse de pensar. Se trata de una invitación a pensar la enfermedad y la muerte, también nuestra propia muerte y todo lo que podría suceder alrededor, antes y después de ella: miedo, amor, odio, placer.

Se ha dicho que la única tragedia que hay en el mundo es estar dormidos o no ser conscientes. De ello viene el miedo, y del miedo viene todo lo demás; pero la muerte no es una tragedia. Morir también puede ser algo maravilloso; sólo es horrible la muerte para las personas que nunca comprendieron la vida, para aquéllas que no se dieron a la tarea de pensar su muerte y aprender de ella. Solamente cuando se le tiene miedo a la vida se le tiene miedo a la muerte. En realidad, si pudiéramos morir muchas veces, viviríamos más plenamente.

Este impresionante relato, probablemente, me ha enseñado a vivir y a morir mejor. En las vivencias de sus personajes se pueden encontrar las preguntas más interesantes y los cuestionamientos más profundos y emancipadores. Se trata de un recorrido en el que saltan a la vista infinidad de perlas conceptuales cuyo contenido hace reflexionar a todos: desde el más filósofo, hasta el más iletrado. Poderosos conceptos incuestionables por su permanente verdad asaltan al lector más cuidadoso y también al más desprevenido.

Todo este trabajo intelectual con verdadero sabor de libertad es presentado con la más elegante de las prosas. Luis María Murillo, célebre hombre de letras, médico por accidente y sincero amigo por convicción, ha puesto en nuestras manos otra obra que atesora el privilegio de sus reflexiones más personales y profundas no sólo sobre esta realidad inexorable de la muerte y sobre la reacción que suscita en nosotros y nuestros seres queridos: también sobre la vida y todo lo que significa vivir. Esta obra es el resultado de una intensa y profunda actividad existencial e intelectual; está llena de cuestionamientos, de vivencias, emociones y dificultades que acompañan la experiencia personal e intransferible de estar vivos y afrontar la enfermedad y la muerte. Verdaderamente, es imposible quedar ileso con ella.


PEDRO J. SARMIENTO M.

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1 comentario:

HIMINGLAEVA dijo...

Es una verdadera joya, esta obra Dr.Luis M Murillo, en la que nos llevas a sumergirnos en la profundidades de nuestro ser. En busca de las respuestas, que por temor a enfrentarnos a nosotros mismos muchas veces evitamos conocer. "Seguiré Viviendo", también me ha llevado a confirmar la gran calidad de ser humano, y la profundidad de sentimientos que como hermosas perlas, le adornan. Y estoy segura que cuando que cuando llegue el día en que le toque "Seguir viviendo" en el plano espiritual estará su recuerdo viviendo en el corazón de los que através de sus escritos hemos llegado a conocerle, como una imborrable y valiosa huella, de un hombre que compartió lo más valioso que Dios le regaló, su talento y valiosos sentimientos.

Muchas gracias, por ayudarnos a ver la vida desde otra perspectiva.

Un fuerte abrazo desde la Isla del Encanto, Himinglaeva