viernes, 21 de noviembre de 2008

DESPEDIDA

Cuando me marche,
mi alma tenderá
a la libertad sus alas
traspasando la puerta de la muerte;
y la última ilusión
exhalaré de la felicidad,
ese sueño imposible de la vida.

Cuando me marche,
derramará la lluvia su llanto
sobre mi cuerpo gélido,
me arropará la arcilla
que me dio la vida
y compañero seré
de las sombras de la noche.

Cuando me marche,
una rosa amarilla
añorará mi tumba,
un símbolo
en que mi amor siga latiendo.

Cuando me marche,
que nadie por mi muerte se conduela:
¡No advierto con tristeza su llegada!

Decid que desee la parca,
también quise la vida;
que siempre desafié la muerte
y finalmente me marché con ella.

Decid que padecí la vida,
aunque le arrebaté sus goces,
y esclavo fui que al mundo
cuestionó sus normas.

Cuando me marche...
tal vez el mundo
no notará mi ausencia.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Poemas de amor y ausencia”)

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