sábado, 4 de septiembre de 2010

CARTA LIV: LA ESTUDIANTE RESULTÓ APLICADA

Octubre 20

Mi amor:

No alcanzo a imaginar en que puesto te tendría el destino si el matrimonio no hubiese cruzado por tu vida. Por él abandonaste lo que más querías, por su culpa tus estudios se quedaron truncos.

Tantos años después vuelves al dominio de los libros. Y te encuentro con más gusto y constancia que una aplicada adolescente. Que buen ejemplo tienen tus niños al tener una madre que anhela cultivarse. Te siento grandiosa, interpretando términos que son del dominio de los médicos. Te veo hermosa vistiendo ese uniforme blanco que te hace lucir tan diferente. Te veo importante maniobrando tu tensiómetro, practicando con sondas y jeringas o cargando libros de título llamativo bajo el brazo.

Y he de amarte mucho para disfrutar tanto como tú todas esas actividades que a la hora de la verdad le roban tiempo a nuestros arrumacos. Ese es un buen síntoma, porque el verdadero amor se mide en términos de desprendimiento.


Luis María Murillo Sarmiento ("Cartas a una amante")

VER SIGUIENTE CARTA
VOLVER AL ÍNDICE