sábado, 12 de mayo de 2012

A QUIENES SÍ SON MADRES

Eres, mujer, tibio refugio de las almas
en trance de encarnarse,
acogedora matriz, entraña protectora,
presagio del amor sin condiciones,


Mas no,
no exalto a todas,
no canto a todas las mujeres.
tan solo a aquellas que saben
qué es ser madre.


No a aquellas que repudian
el fruto de su vientre,
no a aquellas que desprecian
la maternidad y la condenan,
no a aquellas que con su trato niegan
esa ternura que se supone innata.
..
Título excelso: ¡MADRE!
No a todas se concede.


Madre eres tú, no por brindar la vida,
que igual brota de entrañas desalmadas,
madre eres tú que te desvives
por el tesoro que nace de tu vientre.


Madre eres tú, que pones en su cielo
los rayos de un sol que lo ilumine.
Madre, porque su porvenir pincelas
con tintes de verdor y de esperanza.


Madre eres tú, que dejas huella
junto a su pie en sus primeros pasos,
y la impronta del bien como un prefacio
en el inédito registro de su vida.


Madre eres tú, impávida a tu propio dolor,
porque en el sacrificio maternal
encuentras recompensa.
Madre eres tú, que pones en su boca
hasta la necesaria ración que te alimenta.


Madre eres tú, que aprendiste a orar
para pedir al Cielo su ventura,
y apaciguar el sobresalto de su ausencia.
Tú, que la vida entregas
por el maravilloso prodigio de tu sangre.


Madre eres tú, perenne renuncia y abandono,
que sufres con sólo imaginar sus aflicciones,
tú que por cuidar su sueño
te desvelas.


Madre eres tú…
excelsa madre mía.
Tú, ejemplo de entrega,
tú que me prodigaste tu aliento
y me formaste.


LUIS MARÍA MURILLO SARMIENTO