viernes, 28 de noviembre de 2008

EL FALLO DE LA CORTE, UN FALLO PELIGROSO *

Nuevamente vuelve a rendirse la justicia a la fascinación de la forma, y el apego a lo "jurídico", conmina a la familia y a la sociedad a los peligros de la farmacodependencia.

El fallo de la Corte Constitucional que despenaliza el uso de los estupefacientes, demuestra una vez más la atolondrada deformación de nuestra justicia, que dejó de ser práctica (tal vez nunca lo ha sido), y que a más de ciega se ha tornado amoral e intelectualmente deficiente. Sus juicios desatinados no sólo no procuran, sino que atentan contra el bien común.

Qué penosa demostración de la extrema ineptitud que carcome al país en todas sus instancias, que hasta tan altos tribunales hayan llegado personas sin el aplomo moral, sin sabiduría y sin la capacidad de discernimiento suficiente para asumir tan delicadas responsabilidades.

Un país que en aberrante impunidad clama justicia, no puede contemporizar con magistrados que más parecen cómplices de los carteles de la droga. La nación indignada reclama la satisfacción de su renuncia, la Colombia honesta, por el contrario, exalta a aquéllos magistrados, como Vladimiro Naranjo, que aunque en minoría, encarnan la rectitud y la sabiduría.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Epistolario periodístico y otros escritos")

* Este texto fue publicado en el diario colombiano El Espectador el 18 mayo de 1994 (pág. 4A) y mostraba mi total rechazo a la despenalización del uso de estupefacientes. Hoy ha vuelto al Congreso de Colombia un nuevo proyecto de penalización ante la insistencia del presidente Uribe; y vuelvo a cuestionarme pero sin la exaltación de entonces. No puedo albergar duda del daño de las dependencias, pero sí reconozco ahora un serio conflicto con el principio de autonomía y la libertad del individuo para decidir su destino, más exactamente, en este caso, para dirigir torpemente su destino.

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