viernes, 20 de junio de 2008

EN LOS UMBRALES DE LA MUERTE

Entre el ser y la nada
se deshace la razón sin comprenderte.
Vacilante entre sombras tenebrosas,
y una apacible inmensidad
de generosa refulgencia.

Tu oscura faz es implacable,
rigidez es, es cuerpo gélido,
soledad de camposanto,
dolor profundo, incomprensible,
alfa u omega,
herida abierta al infinito,
que abrupta deja desvanecer la vida.

Y sin embargo te presiento
el sueño más plácido y profundo
y refugio en las tormentas de la vida.

¡En ti burla el hombre sometido,
toda cadena que lo hace prisionero!

Obsesión de mis íntimos deseos:
¡no tiemblo ante tu mísera guadaña!
Esclavo no soy de tu designio.
¿Acaso soy soberbio al desafiarte?

Tus brazos he buscado en mis tristezas,
tus umbrales he soñado queriendo conocerte,
mis gozos no opaca tu temida sombra.
Peregrino de un destino incomprendido
no ansío anclar en el mundo
persiguiendo un sentido
pasajero a la existencia.

Tu visita llegará sin sorprenderme.
¡Tu sentencia acepto, perenne compañera!
Mis alegrías las dejo al mundo,
a tu encuentro llevo mis pesares.


LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Del amor, de la razón y los sentidos")

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CARTA XXVI: NUESTRA DISTANCIA

Julio 23

Dulce Copito:

Tal vez sea mi estatura menor que la que estimas y la tuya mayor de lo que piensas, porque no siento inconmensurable como dices, la barrera social que nos separa. Desheredada no estás de la fortuna, tu existencia es tu real tesoro. Cerca de ti los aromas de bondad abundan.

Fácil se hace un profesional, bueno o mediocre: en un lustro de su vida se ha formado. Un ser bueno demanda mucho tiempo. Comienza a forjarse de la nada. Debe desde el nacimiento cultivarse. Un ser torcido puede inclusive maquillarse para aparentar las virtudes que no tiene. ¿En cuántos profesionales tocados por el éxito no hay más que espíritus sucios, malintencionados, que sacan provecho de sus semejantes? Dulce Copito, prefiero tu substrato, ese filón, esa alma noble y generosa. Profesionalmente eres una piedra por pulir. A mi amparo serás la Nightingale prodigiosa que has soñado.

Creo que mientras mi sombra te proteja deberías dejar de trabajar. ¡Inicia tus estudios! Dedica tu tiempo a tus hijos, a tu carrera y a nuestro tierno sentimiento. Descansa del sacrificio, del trato indolente y de las arduas jornadas laborales.

Ten confianza. De mi mano conquistarás mi mundo. Convertiré tus sueños en mis sueños, y mis sueños -nuestros sueños- se volverán reales.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Cartas a una amante")

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CARTA XXV: OTRO POEMA


MI NÍVEA REALIDAD

Eres como un sueño
transportado en una nube nívea,
invención de mi pensamiento peregrino,
abstracción que se pierde en los confines
de ese cielo de poetas y de amantes.

Tienes la esencia de mis sueños,
y todas sus virtudes.

En mi ilusión onírica palpitas
con la fuerza de una realidad irrefrenable.
No he más de imaginarte:
Eres realidad,
la realidad que parecía imposible.


LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Cartas a una amante")



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