sábado, 11 de diciembre de 2010

PATRIA

Eres el suelo que guarda
el polvo de mis muertos,
y que hace temblar mi corazón
en la distancia.

Eres la historia que se confunde
con la historia de mi casta
y el porvenir que aguarda
la savia de mis deudos.

Eres la emoción que una nota marcial
convierte en lágrima;
ausencia hecha nostalgia
en la orfandad que nace en el exilio.

Eres el aire que se escapa en mis suspiros,
el mismo que aspiro en mis mañanas,
y el soplo vital que corre por mis venas.

Eres mi cuna y potencial mortaja,
feudo grandioso
que sin ser mi heredad
me pertenece.

Eres mi tradición y mis creencias,
mi forma de ser y de expresarme,
impronta y troquel,
mi sello hasta la muerte.

Eres el cielo que imagino propio
y el suelo en que no me siento extraño;
eres la exaltación que me convierte en héroe:
mártir dispuesto a lucir tu pabellón como sudario.

Eres urdimbre de recuerdos rancios,
memoria de gestas que me jactan,
invocación de mitos y leyendas,
evocación de infortunios y calvarios.

Eres la estirpe en que se hermana
el prohombre del busto patinado
y la humanidad del humilde ciudadano.

Eres en últimas…
el alma del terruño
confundida con su par en mis entrañas.


LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Intermezzo poético – Razón y sentimiento")

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