sábado, 15 de noviembre de 2008

CARTA XXXVI: SOY HEDONISTA, PERO PARA MÍ EL PLACER NO ES DESENFRENO

Agosto 22


Copito:

Cuando me declaro proclive a los placeres puede pensar la gente que vivo en un mundo superficial y depravado.

Aún recuerdo tus hermosos ojos salidos de sus órbitas por una confesión tan precoz como inocente. Apenas me estabas conociendo cuando solté una frase que provocó tu asombro. Debiste pensar en un maniático dispuesto al atropello. Hoy sabes que no es así, que nuestro placer está dosificado, que es un equilibrio sano entre los goces del cuerpo y del espíritu, que abreva en el amor y puede ser incluso paradigma.

Existir para el placer no es necesariamente cultivar bajas pasiones, ni vivir sometido por los vicios, no es libertinaje. Es no negarse todas las satisfacciones permitidas. Todas aquéllas que no buscan la autodestrucción ni la desgracia ajena.

La libertad supera a mi hedonismo. No aceptaría nunca placeres que me pongan bajo su dependencia. Adicciones por ejemplo de las que sea su esclavo. El gozo no debe someternos, debe estar por nosotros sometido, debe servir al hombre, no de él servirse.

Al éxtasis me llevan la naturaleza, al arte, la poesía, la música, la buena mesa y las mujeres bellas. Enamorado vivo del amor, pero lo anhelo libre. Sin ataduras de papel y sin contratos.

Así te quiero a ti, no como la mujer sometida que aún el macho añora. Te deseo libre, dueña de tu cuerpo, de tu alma y tus acciones. Sin amo ni señor. Cerca de mí, respetada y protegida, nunca bajo mi dependencia.

Seré de tus decisiones respetuoso, de tus razones convencido; de tus proyectos, apoyo permanente.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Cartas a una amante")

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