viernes, 18 de abril de 2008

A MIS JÓVENES COLEGAS *

Al terminar el Internado, se abre a vuestros pies un futuro que adivino formidable. Formidable en cuanto sembréis y propaguéis la semilla de un apostolado que es más que la restitución de la salud perdida, porque vuestra estatura impone en la sociedad ejemplo y liderazgo.

Que el amor por vuestra profesión jamás se extinga, ni vuestros pasos se aparten nunca del precioso encargo de preservar todas las expresiones de la vida humana; que vuestro entendimiento siempre esté ávido por conocer y aplicar los avances de la ciencia, y vuestro corazón pletórico de amor para tratar al paciente con humanidad y diligencia, y para actuar siempre con distinción y cortesía.

Que vuestra conciencia albergue eternamente la sabiduría para proceder con valor, con lealtad y con justicia, para inculcar a la sociedad y a la familia esos valores que hoy necesitamos tanto.

Que vuestra trayectoria esté surcada de grandeza para que grande sea el destino de esta noble tierra, porque en vuestras manos, jóvenes colegas, está también la dignidad y la vida de la patria.


* Por varios años el autor del blog fue jefe de Educación Médica y del Departamento de Investigación y Docencia del Hospital Central de la Policía Nacional de Colombia. Estas palabras fueron pronunciadas en la clausura del Internado Rotatorio del Hospital el 11 de junio de 1991.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Epistolario periodístico y otros escritos")

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