La eternidad de la vida
es un segundo.
La belleza un instante fugaz:
nostálgico recuerdo.
¡Avanza tiempo implacable
consumiendo en tu brasa la tersura!
Salpica de pátina la piel alabastrina.
¡Ájala, ultrájala y percúdela!
Muestra la decadencia a la piel juvenil de terciopelo;
que la tez rendida delate el ocaso en sus arrugas.
Húndete en las miradas vivaces y fulgentes,
y que se tornen los ojos encarnados y sin brillo;
que sombras tras las sombras aniden
en la opacidad de la mirada.
Que el roble se deshaga
y el acero se rinda ante los años,
que claudique el músculo vencido
y la osamenta colapse ante su peso,
que la carne otrora palpitante
esconda con vergüenza su lascivia.
Y por último,
que trémulo y corvado,
el cuerpo se hinque ante su tumba,
y en una visión fantasmagórica,
su macilento espectro
se abrace en las tinieblas con la muerte.
LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Intermezzo poético – Razón y sentimiento")
VOLVER AL ÍNDICE
VER SIGUIENTE POEMA
VER O BAJAR "INTERMEZZO POÉTICO" EN FORMATO PDF
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario