viernes, 4 de julio de 2008

UN EQUÍVOCO SENTIDO DE HUMANIDAD*

Apenas invocada por El Espectador la inteligencia como remedio a los males de Colombia, la directiva de una respetable universidad en vergonzosa decisión ha concedido humanitariamente, el grado póstumo a una terrorista.

Equívoco sentido de humanidad que socava los principios y redime absurdamente, por la simple llegada de la muerte, las andanzas criminales. Decisión acaso por el temor coartada, que no alcanza a convencer a la razón, por más que pretenda ampararse entre las normas.

Penosa demostración de que hasta la inteligencia ha claudicado, de que las mentes lúcidas han sido trastornadas por el remolino de anarquía propiciada por corruptos y violentos.

Reflejo de una autoridad debilitada por quienes investidos de ella, se rehúsan a ejercerla; emulación de un gobierno que capitula ante el amedrentamiento sindical, narcoterrorista y subversivo; universalización de una justicia administrada con diligencia y severidad inversas a la peligrosidad del sindicado.

Perplejos debemos admitir que nos han precipitado a un futuro equivocado.


* Esta carta escrita en el 11 de mayo de 1992 aludía al título universitario conferido a un guerrillero, como una expresión más de todos los caminos -a veces absurdos- a que ha recurrido Colombia en pos de la reconciliación.


LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Epistolario periodístico y otros escritos")


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