sábado, 26 de julio de 2008

EQUIVOCACIÓN*

Nos equivocamos quienes creímos perpetuar con nuestro voto el pensamiento digno del caudillo asesinado**.

Esperábamos alcanzar la paz como expresión de autoridad y de justicia, nunca mediante condescendientes tratos que socavan los principios; infamante transacción con criminales, de la que la fuga del peligroso delincuente de Envigado*** es apenas esperada consecuencia.

Con el dolor que causa sentir a la patria arrodillada, alzo mi voz, como deben hacerlo muchos colombianos, para afirmar que el gobierno que elegí ya no me representa, porque sus caminos en moral y autoridad se alejan de los míos, porque sencillamente sigo fiel a los principios. ¡Jamás he claudicado!



* Esta nota publicada en el diario colombiano El Espectador, el agosto 23 de 1992 (pág. 4A) aludía a la política de sometimiento a la justicia del presidente Gaviria (quien recogió las banderas de Galán), que dando algunos privilegios a los criminales conseguía que se entregaran. Fue para muchos una negociación de los principios, Hoy, dieciséis años después, a nadie aterra, porque se volvió rutina en la lucha del Estado contra la delincuencia. Pero ha quedado la enseñanza: al criminal se le debe combatir desde sus primeras y más pequeñas fechorías. Si se le deja crecer después toca negociar con él lo innegociable.
** Luis Carlos Galán Sarmiento”
*** Pablo Escobar


LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Epistolario periodístico y otros escritos")

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