viernes, 12 de septiembre de 2008

CARTA XXXIII: QUE TU EX MARIDO NO TE EMBAUQUE

Agosto 14

Copito de algodón:

Sólo eso nos faltaba, que quiera volver tu ex marido a la conquista. No habrás creído que es un hombre diferente y que te quiere. Con suficiencia conoces sus defectos como para que te repliegues al pasado. La personalidad no cambia así de fácil. Aquellas promesas apenas son argucias, malas artes con que intenta persuadirte aquel infame.

En pos de un interés apetecido todo hombre es capaz de ocultar sus más intolerables rasgos. El cambio milagroso ocurre en apariencia, pero tras la seguridad de la conquista se advierte que la personalidad nada ha cambiado. ¡No deja de ser quien siempre ha sido!

El arte de la convivencia radica en las afinidades, cielo mío. Disparate es pensar que se atraen los temperamentos opuestos, cuando por el contrario siempre se repelen.

Cuanto más distantes sean las inclinaciones, los proyectos, las creencias, las motivaciones y los hábitos, más difícil será la convivencia. Tras la embestida de Cupido, llega el halago, el deseo de complacer al otro, aun sacrificando todos nuestros gustos. Hay felicidad en la renuncia. Pero ¡Ay del momento en que regresa la cordura! Resulta imposible mantener las concesiones. Resultan odiosas las renuncias.
Alfredo nunca fue un ser afín a tu carácter. Si un espíritu próximo buscabas, en mí lo has encontrado.

Cuanto menos deba dejar para seguirte, cuanto menos debas ceder para seguir mi paso, más fácil perdurará el amor, pues más fácil coincidirá la realidad con nuestra fantasía.

Cuanta ventaja lleva el amor signado por la afinidad de la pareja. El resto son reglas elementales que deben hacer la vida en común confiable y transparente. Pautas viables, que pueda cumplir el individuo. No las inalcanzables que la sociedad estila, sino aquéllas que pacten los amantes.

Entre nosotros son bien claras: los derechos que no tienes no me los concedas, lo que no te ofrezco tampoco te lo exijo, y las obligaciones deben ser para los dos las mismos.

LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Cartas a una amante")

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