Huyendo
de la peste, el hombre,
va
curando con su angustia
su
jactancia.
Frágil
advierte su ser,
y en su
esperanza
ayuda
clama
a la
ciencia y lo divino.
Criatura
vulnerable siempre has sido,
que en
arrebato de superioridad
siempre
has creído
que la
naturaleza se rinde a tus designios.
Entiende
hombre ciclópeo
tu
dimensión exigua,
del mundo
material eres ceniza,
inmortal solo
es tu espíritu,
las
huellas que dejas en la tierra.
La vida
pasa y el cuerpo se envejece,
un nuevo
amanecer acaso empiece,
pero en
la tierra la muerte siempre llega,
luego no
temas a la enfermedad
que te
hace humano.
Luis María Murillo Sarmiento MD.
2 comentarios:
Maité, he pasado por tu blog. Es una grata experiencia recorrerlo.
Luis M Murillo
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